Calificada como ‘un problema sanitario de primer orden en España’ por la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, la insuficiencia cardiaca que sobreviene a los problemas graves de corazón es una enfermedad que afecta aquí a casi 800.000 personas, con una prevalencia mayor que la de los países de nuestro entorno.
Por otra parte, y según la misma sociedad médica, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo, por encima de las oncológicas. Así pues, el corazón es un órgano fundamental que necesita de cuidados esmerados. El problema surge cuando hemos sufrido un ictus o un infarto, que dejan debilitado el corazón, y éste tiene una escasa capacidad para recuperar su fortaleza. Afortunadamente, esta creencia podría dar un vuelco si avanza una interesante investigación en marcha.
El corazón humano y su escasa capacidad de regeneración
Nuestro corazón, según explican los expertos, tiene una capacidad (muy) limitada de regeneración celular. Eso, en un corazón sano que simplemente envejece. Pero si, además, este órgano ha sufrido algún daño severo extra, la capacidad intrínseca de renovarse baja a mínimos. Es entonces cuando se produce lo que denominamos insuficiencia cardíaca.
Cuando esa insuficiencia se hace insostenible, el tratamiento que suele utilizarse en medicina es la implantación quirúrgica de una bomba,