En foto: María José Carrasco, en su casa en octubre pasado. En vídeo: las imágenes grabadas por Ángel Hernández, antes de la muerte de su esposa. Carlos Rosillo

La muerte asistida de María José Carrasco por su marido, Ángel Hernández, no será investigada previsiblemente por un juzgado de violencia de género. La titular del juzgado número 5 de Madrid, Begoña López Anguita, ha rechazado en un auto su competencia en el caso, siguiendo el criterio manifestado este martes por la Fiscalía de Madrid después de que la juez le pidiera que se pronunciara sobre la misma, y lo ha devuelto al juzgado de instrucción inicial. “En el presente caso no existe ningún tipo de violencia contra la mujer”, argumenta la juez, que afirma que la existencia de una “petición expresa, seria e inequívoca” por parte de Carrasco a su marido para que la ayudase a morir es el “elemento esencial para excluir esta conducta de la competencia” de los juzgados de violencia de género. En la primera versión de esta noticia se informó por error de que iba a ser el juzgado especializado el encargado de instruir la causa.

“Me preocupaba que yo tuviese que ir a un juzgado de violencia de género, con lo importante que es esa institución; no me preocupaba lo que me pudiera pasar. Ir a un juzgado de violencia de género sería desprestigiar la institución”, ha declarado Hernández a la prensa esta mañana antes de participar en un coloquio sobre eutanasia en el Teatro del Barrio, en Madrid.

Hernández suministró a Carrasco, enferma con esclerosis múltiple desde hacía tres décadas, un vaso con el pentobarbital sódico que ella compró cuando podía aún valerse por sí misma el pasado día 3, momento que grabó en un vídeo que hizo público. La mujer, que dependía de los cuidados de su marido para todo, había expresado reiteradamente su deseo de morir, y esperaba que se aprobara una ley de eutanasia que le permitiera hacerlo de forma legal. Finalmente no pudo ser, y Hernández fue detenido por ayudarla.

 » Más información en elpais.es