El máximo rendimiento de un deportista depende de su preparación física y alimentación. Sin embargo, la relación directa entre el rendimiento deportivo y el sueño es a menudo subestimada. Las horas de descanso y la calidad del sueño son elementos esenciales que pueden afectar tanto a la salud mental como física, así como al rendimiento atlético general.
Los problemas de dormir poco en un deportista
El sueño insuficiente, tanto en términos de duración como de calidad, puede reducir el rendimiento físico de cualquier individuo, especialmente en deportes que requieren tiempos de reacción rápidos o que generan fatiga prolongada. Además, una falta de sueño adecuado puede alterar el rendimiento cognitivo, lo que afecta directamente a la toma de decisiones y al aprendizaje de nuevas habilidades motoras.
Aunque los deportistas suelen pasar más horas en la cama, tardan más en conciliar el sueño en comparación con la población general. Esto se traduce en una menor eficiencia del sueño, lo que es especialmente perjudicial dada la alta demanda física y cognitiva a la que están sometidos. Además, durante las competiciones, el estrés y la ansiedad pueden empeorar la calidad del sueño de los atletas, lo que contribuye a una disminución en su rendimiento.
Dormir entre 9 y 10 horas al día
Según un artículo de Alberto Pérez-López,