Con la llegada del otoño y los días fríos, las primeras recolectas de mandarinas llegan a los supermercados de España iniciando así una nueva temporada de ingesta de frutas invernales, entre las que se encuentra también la naranja. Hasta donde siempre se ha sabido, la mandarina es un alimento rico en agua, por lo tanto, lo convierte en toda una fruta diurética perfecta para el funcionamiento de los riñones. Pero lejos de eso, también puede llegar a causar problemas renales serios.
Es esto lo que le hace una fruta peculiar, ya que da beneficios, por un lado, pero también los puede quitar. Por ello es importante conocer las verdaderas propiedades que aporta la mandarina al organismo. Nada, por tanto, que no se puede arreglar con un consumo moderado. Entre las tantas ventajas que puede ofrecer esta fruta de rico aspecto naranja y sabor a dulce cítrico, se encuentran algunas desventajas, sobre todo, para personas que ya presentan un problema en su salud renal.
El impacto negativo de la mandarina en la enfermedad renal
Existe una dicotomía nutricional a la hora de hablar de las propiedades de las mandarinas, ya que mientras, por un lado, se habla de ella como diurético natural, por otro se pide precaución por su contenido en potasio. Como se comenta,