La variedad de frutas, hortalizas y verduras de las que disponemos en España nos llevan en ocasiones a infravalorar el potencial que tienen para nuestra salud y bienestar general. Algunas de ellas, por más comunes y presentes en los mercados, pasan especialmente desapercibidas: este podría ser el caso del calabacín. Y eso pese a que contiene una riqueza vitamínica y de minerales que puede interesar a una gran parte de la población.
Los últimos datos de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) indican que la enfermedad cardiovascular continúa siendo la principal causa de muerte entre los adultos en nuestro país, suponiendo cerca del 26% de la mortalidad general. Además la SEC apunta que un 13 por ciento de la población adulta presenta una baja salud cardiovascular, siendo Andalucía, Galicia y Canarias las comunidades autónomas con mayor porcentaje de personas afectadas.
Con estos datos queda de manifiesto que la salud cardiovascular es una asignatura pendiente y que, más allá de los factores genéticos, evitar el sedentarismo y mantener una dieta cardiosaludable deben ser premisas inexcusables en el día a día. La dieta está en nuestras manos: para la enfermedad cardiovascular se hace hincapié en los hidratos de carbono procedentes fundamentalmente de verduras y frutas. Tampoco hay que olvidarse de las vitaminas y minerales,