El aumento de la ingesta de alimentos que se está dando en el confinamiento en buena parte de la población ha hecho que estos días se haya incrementado la preocupación por los hábitos saludables. Uno de los grupos en los que más atención se pone es en los niños, que ahora tienen que tomar todas las comidas en sus casas y a los que, al igual que ocurre con los adultos, les apetece alimentarse más veces al día que de costumbre o consumiendo mayores cantidades, tendiendo a menudo hacia los productos con alto valor calórico.

“El confinamiento es la mejor oportunidad para mejorar la alimentación familiar, también la de los niños ya que, para ellos, el entorno es un ejemplo y las opciones alimentarias que elijan les condicionarán a la hora de realizar las suyas”, explica Patricia Lambea, dietista y nutricionista. “Seguir un menú saludable y llevarlo a cabo en familia, haciéndoles partícipes de las elaboraciones culinarias, va a hacer que prueben nuevos alimentos o que acepten algunos que antes rechazaban si se usan nuevas técnicas de cocinado o formas diferentes de presentación. Todo ello hará que además consigan afianzar unos hábitos saludables que puedan llevar en día a día fuera de esta situación excepcional”, agrega la profesional.

Debido a ello, recalca que es importante la planificación semanal a la hora de hacer la compra para que los más pequeños de la casa tengan a su alcance opciones saludables (frutas y hortalizas,

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