Hay situaciones en las que es imprescindible lavarse las manos, la más evidente es cuando nos ensuciamos, no obstante, hay muchos otros momentos en los que la suciedad no se ve e igualmente conviene lavarse las manos; esto es algo que aprendemos de pequeños, por lo menos en España. Es habitual que nos obliguen a lavarnos las manos antes de comer o después de jugar en el parque, pero conforme crecemos aparecen otras situaciones en las que aprendemos lo importante que es seguir las normas de higiene, como tras ir al baño o después de toser o estornudar. Esto son situaciones cotidianas, pero hay otras donde una correcta higiene de manos se convierte en mucho más importante.
Es lo que sucede en caso de enfermedad, por ejemplo, si en nuestro hogar hay alguien con gastroenteritis. Un buen lavado de manos puede suponer una gran diferencia y evitar que todo el mundo se contagie. También es clave que el responsable de la cocina se lave las manos de manera correcta, sobre todo cuando es su profesión. Otra profesión en la que este paso se convierte en esencial es en el caso de los cirujanos, porque la vida de sus pacientes depende de ellos y un error a la hora de lavarse las manos podría ser un riesgo.