EFE
- El astronauta Scott Kelly pasó un año en el espacio: cambió, pero no tanto.
- No hay “diferencias significativas” entre su salud y la su hermano gemelo, Mark.
El astronauta Scott Kelly pasó un año en el espacio durante el que sufrió cambios físicos, moleculares y cognitivos. Sin embargo, según un estudio que publica la revista Science, la mayoría de las variables se mantuvieron estables o volvieron a su nivel base tras seis meses en la Tierra.
El Estudio gemelos no solo permitió analizar los cambios que experimentó Scott durante 340 días en la Estación Espacial Internacional (EEI) entre 2015 y 2016, sino que además se pudieron comparar con su hermano gemelo, Mark, que permaneció en la Tierra, lo que supone una circunstancia muy especial. Los resultados “no apuntan a diferencias significativas” en la salud de Scott, indicaron los expertos de doce universidades.
Todos ellos formaron diez equipos para realizar otros tantos estudios que cubrían aspectos como la fisiología, la salud comportamental, la genómica o el metabolismo. Además, “dado que la mayoría de las variables biológicas y de salud humana se mantuvieron estables o volvieron al nivel base, esos datos sugieren que la salud humana puede mantenerse en su mayor parte durante este periodo (un año) de vuelo espacial”, según una nota de la Universidad de Texas (EE UU).
Al volver a casa las cosas “son en gran medida, como antes”
Los riesgos asociados con los vuelos espaciales incluyen la exposición a la radiación y la microgravedad, pero hasta ahora no estaba claro cómo afectan a la salud durante estancias prolongadas. Los hoy astronautas retirados de la NASA fueron sometidos a numerosos controles antes, durante y después de la misión de Scott, que tenía 52 años, cuyas muestras eran enviadas a la Tierra, frescas o congeladas.
Los expertos identificaron cambios como disminución de la masa corporal, alargamiento de los telómeros, inestabilidad del genoma, distensión de la carótida, alteración de la estructura ocular y de la microbiota y cierto declive limitado en el rendimiento cognitivo, aunque gran parte de estos parámetros volvió a la normalidad en casa.
El biólogo y genomista Mike Snyder de la Universidad Standford señaló en una rueda de prensa telefónica, junto a otros responsables del estudio,