MERCEDES BORJA

  • Con la actividad física, la temperatura corporal se eleva.
  • Calambres: Estas contracciones dolorosas se producen principalmente en los gemelos.

Correr en verano

Realizar ejercicio con regularidad es uno de los pilares fundamentales para llevar un estilo de vida saludable y el verano es una magnífica época del año para hacerlo, pues disponemos más tiempo para dedicar a nosotros mismos y a nuestras aficiones.

Si, además, estás acostumbrado a hacer deporte a diario, querrás seguir practicando tus rutinas deportivas a pesar de las altas temperaturas. Y puedes, pero para evitar cualquier riesgo para tu salud deberás tomar una serie de precauciones.

Riesgos de practicar deporte con calor

Con la actividad física, la temperatura corporal se eleva, algo que nuestro organismo compensa gracias a un mecanismo termorregulador: el sudor. Si a la subida temperatura provocada por el ejercicio añadimos la provocada por un ambiente caluroso, puede que nuestro mecanismo interno no sea suficiente para regular nuestra temperatura corporal. De este modo, estaremos exponiendo a nuestro cuerpo a una serie de riesgos de las que nos advierte la FEDA, Federación Española de Actividades Dirigidas y Fitness.

  • Deshidratación: Cuando perdemos a través de la sudoración más líquidos de los que reponemos, corremos el riesgo de deshidratarnos. La sed, el aturdimiento o los mareos son algunos de los primeros síntomas de deshidratación, pero puede derivar en otros más graves, como un golpe de calor.
  • Calambres: Estas contracciones dolorosas se producen principalmente en los gemelos, pero también en otras zonas del cuerpo, como los cuádriceps o los abdominales. Están provocados por la pérdida de agua y electrolitos.
  • Síncope: Se produce por una acumulación de sangre en las extremidades inferiores, lo que provoca que no llegue la suficiente sangre al cerebro y perdamos el conocimiento. Es muy frecuente en personas no acostumbradas al ejercicio y con la tensión arterial baja, y al cambiar muy rápidamente el ritmo de un ejercicio.
  • Hipertermia: Cuando nuestro cuero alcanza los 40 grados de temperatura porque el cuerpo es incapaz de regularla se produce una hipertermia, que si se prolonga puede derivar en un golpe de calor. Este es, sin duda, el riesgo más importante, pues un golpe de calor puede provocar un fallo en varios órganos y, en casos extremos, incluso la muerte. Suele producirse al realizar ejercicios de alta intensidad bajo calor extremo o actividades prolongadas con una temperatura superior a 28 grados.

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