La evolución de un gen de la bacteria causante de la peste bubónica, Yersinia pestis, puede haber prolongado la duración de dos de las tres grandes pandemias causadas por esta infección en la historia de la humanidad, según un estudio recogido este jueves en la revista Science. De esas tres pandemias, una se produjo en la cuenca mediterránea en el siglo VI, y la segunda asoló Europa en el siglo XIV y reapareció a lo largo de más de 500 años.
La primera oleada de esta segunda pandemia, conocida como la «peste negra», sigue siendo el acontecimiento más mortífero jamás registrado, ya que se calcula que mató a entre un 30 % y un 50% de la población europea entre 1347 y 1352.
La tercera pandemia se produjo en Asia en 1850, se extendió por todos los continentes y aún persiste en zonas de Uganda, la República Democrática del Congo, Estados Unidos y Mongolia.
Un gen letal
El bacilo de la peste sigue siendo altamente letal debido a la presencia de varios factores que impulsan su virulencia, entre ellos el gen conocido como ‘pla’, un componente con muchas copias en el genoma de la bacteria ‘Y. pestis’. Este factor de virulencia permite a la bacteria viajar a los ganglios linfáticos y multiplicarse en ellos antes de extenderse al resto del cuerpo,