En Orense capital, Café Pacífico suscita alabanzas encendidas. No es para menos. Por 28 euros su propietario, el cocinero Fran Domínguez, ofrece cada mediodía un menú sorpresa de 8 pases, incluidos aperitivo y postres, bebidas aparte, que modifica a diario en función del mercado y los productos de temporada. No dispone de carta ni admite desviaciones de la fórmula que implantó hace algún tiempo. En cierto modo algo similar al sistema que en 1999 puso en pie el gran cocinero Marcelo Tejedor en su restaurante de Santiago, gesto pionero que en aquel entonces revolucionó el mundillo gastronómico.

Tanto es el éxito de esta casa que, salvo que confluyan circunstancias extrañas, es inútil acercarse sin contar con reserva, el local llena hasta la bandera. “Si un cliente nos solicita un menú de 50 euros se lo preparamos, pero no es nuestro estilo. Disfrutamos dando de comer bien a precios moderados”, asegura.

Pan brioche con crema de aguacate, huevo a baja temperatura y salsa holandesa. J.C.CAPEL Pan brioche con crema de aguacate, huevo a baja temperatura y salsa holandesa. J.C.CAPEL

Después de reiterados aprendizajes con los mejores cocineros gallegos, Domínguez se instalaba en 2012 en la casa inaugurada por sus abuelos en 1975 una vez remozada. A todas luces, un profesional tapado con un bagaje técnico de alta escuela que a sus 42 años cocina lo que le apetece y como le da la gana. “Arrancamos tímidamente dando solo desayunos y dos años más tarde la emprendimos con el menú único al mediodía, fórmula con la que continuamos. Solo damos servicio de comidas de lunes a viernes, menús que sustituimos por un brunch los fines de semana”, afirma. En todos los casos a precios tan razonables que en la edición 2019 la guía Michelin se rendía a la evidencia y distinguía esta casa con un Bib gourmand más que justificado.

No concluye ahí su aventura. A pesar de que el local cierra todas las noches, continúa ofreciendo desayunos de cuchillo y tenedor escandalosamente buenos a partir de las 8,30.

¿Desayunos? Mi experiencia días pasados fue memorable. No lo afirmo por un par de detalles sino por la letanía de especialidades que solicitamos,

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