La depresión es una enfermedad mucho más extendida de lo que parece, pues afecta, según la OMS, nada menos que a 300 millones de personas, 2,5 de ellas en España, y muchas de ellas sin diagnosticar y, por tanto, sin un tratamiento adecuado. Actuar ante los primeros síntomas es muy importante para evitar caer en una depresión mayor y a que desagradables síntomas que provoca la depresión de prolonguen en el tiempo.Para una persona que nunca ha padecido una depresión ni ha tenido a nadie cerca que la sufra puede ser difícil identificar si está empezando a padecer una depresión o es simplemente un estado de tristeza por el que todos nosotros pasamos varias veces en la vida, con o sin motivos aparentes. Y es que, experimentar tristeza, frustración o incluso sentir que nuestra vida no tiene sentido o que somos desgraciados puede llegar a ser algo normal siempre y cuando se trate de algo transitorio y no interfiera en nuestra vida diaria. Para hablar de depresión, o de riesgo de padecerla, debemos estar atentos a algunos de estos síntomas, que, según alerta la Sociedad Española de Psiquiatría, pueden padecer las personas con depresión:La Sociedad Española de Psiquiatría asegura que, aunque no suelen aparecer todos estos síntomas, lo normal es que se presenten al menos cinco o seis en la mayoría de las personas deprimidas. Además, suelen ser síntomas que interfieren en nuestra vida diaria y nos impiden llevar una vida normal.Si alguno de estos síntomas se prolongara durante semanas en vez de días o aumentara de una forma lenta, pero sin desaparecer, podríamos hablar de una depresión o de estar en riesgo de padecerla. Poner medios cuanto antes de que los síntomas interfieran en nuestra vida es de vital importancia para evitar caer en una depresión profunda que duraría meses e incluso años de no poner remedio.Si crees que puedes estar cayendo en una depresión o estás en riesgo de padecerla, lo más importante es que busques ayuda cuanto antes, primero en tu médico de atención primaria, que te indicará qué hacer, a través de pequeños gestos diarios y apoyándote en las personas más cercanas.•Desahógate. Tanto si tu estado de tristeza está causado por algo concreto o no -una enfermedad, un divorcio, una pérdida, etc.- te ayudará mucho hablar de cómo te sientes con los más cercanos a ti. Repasar experiencias dolorosas con alguien querido e incluso llorar es parte de la forma natural que tiene la mente de curarse.•Ve al psicólogo.