EFE

  • Ambos están relacionados con mutaciones heredables de un mismo gen.
  • En el estudio han colaborado 38 hospitales españoles.

Investigación sobre el cáncer de mama

Un equipo multidisciplinar de científicos ha conseguido demostrar, tras cinco años de investigación y la colaboración de 38 hospitales españoles, el nexo que existe entre el cáncer de próstata más agresivo y el cáncer de mama hereditario.

El estudio ha sido liderado por los investigadores Elena Castro, Nuria Romero y David Olmos, del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), y las conclusiones aparecen publicadas en la revista Journal of Clinical Oncology.

El cáncer de próstata más agresivo, uno de los tumores que más muertes causan en hombres, se asocia —han concluido los investigadores— con mutaciones del gen BRCA2, un gen que a su vez está relacionado también con el cáncer de mama hereditario, con el de ovario y con el de páncreas.

El hallazgo, informó este miércoles el CNIO, supone que los familiares de pacientes de cáncer de próstata con mutaciones en ese gen podrían tener un mayor riesgo de desarrollar cáncer, y por tanto deberían acceder a programas de prevención del cáncer familiar.

Los investigadores han comprobado además que los pacientes de cáncer de próstata con mutaciones en ese gen evolucionan peor y responden mal al tratamiento habitual para esta enfermedad, aunque están estudiando si podrían beneficiarse de otras terapias que ya están en uso para combatir el cáncer de ovario y el de mama.

Cinco años y más de 400 pacientes

Las conclusiones publicadas son las primeras del estudio “PROREPAIR-B”, coordinado por el CNIO en colaboración con el Instituto de Investigación Biomédica de Málaga y el Instituto de Genética Médica y Molecular.

En el estudio han participado 38 hospitales de España durante cinco años, un periodo durante el que se ha seguido a más de 400 pacientes con un tipo muy concreto de cáncer de próstata, para analizar sus rasgos genéticos y relacionarlos con el progreso de la enfermedad y la respuesta al tratamiento.

Elena Castro subrayó, en una nota de prensa remitida por el CNIO, que se trata de la primera demostración de que las mutaciones en el gen BRCA2, por sí mismas e independientemente de otros factores, tienen peor pronóstico y pueden condicionar diferente respuesta a los tratamientos.

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