Mientras la pandemia originada por el SARS-CoV-2 tiene a medio mundo confinado en casa, el personal científico estudia sin descanso cómo frenarla. Una de las líneas principales en las que se trabaja es en el desarrollo de una vacuna. Aunque de momento los avances en esta materia se encuentran en fase de ensayo clínico en humanos, nos preguntamos ¿cómo se registra su derecho a explotarla? La Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación de la Universidad Complutense de Madrid resuelve cuestiones como en qué consiste el proceso, la duración o la cotitularidad entre entidades.

Patentar significa que el Estado (o un grupo de Estados) te da derecho a explotar una invención en exclusiva en su territorio, es decir, te da derecho a impedir que otros fabriquen, vendan o utilicen el objeto de tu patente, en el territorio del Estado que te ha dado ese derecho y durante un tiempo determinado: 20 años.

Si alguien que no es el propietario, decide explotar la invención protegida, el propietario, para impedirlo, debe denunciarlo. Por otro lado, el titular de una patente puede permitir a otros explotar su patente, siempre a cambio de algo, y ese algo suele ser un beneficio económico.

El Estado te otorga ese derecho de exclusiva también a cambio de algo: a cambio de que pongas la invención a disposición del público para que forme parte del estado de la técnica, para generar conocimiento. Es decir, a cambio de que publiques una descripción detallada de cómo se realiza la invención.

Existen tratados internacionales que permiten y facilitan que una solicitud de patente presentada, por ejemplo, en la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) se pueda extender a otros países, es decir, la misma solicitud de patente se puede presentar en varios Estados, siempre y cuando se sigan unas normas determinadas y se disponga de recursos económicos suficientes para hacerlo.

Además, aunque cada Estado, o cada grupo de Estados, tiene sus leyes sobre qué y cómo se puede patentar, existen muchas similitudes entre ellas, lo que facilita la extensión a otros países.

Las vacunas se patentan igual que cualquier otro producto. Tienen que cumplir una serie de requisitos, como son: novedad, actividad inventiva y aplicación industrial.

Se tiene que redactar un documento en el que se describe cómo se obtiene, cómo es el producto que se va a utilizar para elaborar la vacuna y cómo funciona,

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