Uno de los mayores desafíos a la hora de llevar gafas y mascarilla es evitar que estas se empañen, lo que reduce su visión y podría suponer un riesgo de sufrir un accidente si, por ejemplo, se va conduciendo un coche o caminando por la calle.
Con la exhalación, el aliento cálido sube hacia arriba por la parte superior de la mascarilla. Este choca con la lente, que está a una temperatura más fría, lo que provoca la condensación, es decir, que el cristal se empañe. Puesto que quitarse las gafas para limpiarlas y volvérselas a poner puede no ser una opción fuera de casa al existir un riesgo de infección, desde Science Alert han recogido algunos consejos de los expertos para poder llevar gafas y mascarilla de la forma más cómoda:
Jabón y agua: lave las lentes con agua y jabón y luego séquelas con un paño de microfibra para evitar ralladuras. El jabón reduce la tensión superficial, lo que evita que el vaho se adhiera a los cristales, tal y como explican desde el Colegio de Cirujanos de Inglaterra.
Espuma de afeitar: aplique una capa fina de espuma de afeitar en el interior de la gafa y luego límpiela suavemente con un paño de microfibra. El producto residual que quede en las lentes las protegerá de que se empañen.