Después de dos años con la música en directo a medio gas, este verano se ha disparado el número de festivales y conciertos. Esto es, sin duda, una buena noticia para los amantes de la música, pero puede que no tanto para sus oídos, pues acudir a eventos con música en directo muy a menudo puede tener repercusiones negativas para nuestra salud auditiva. Protegernos en cada concierto que vayamos es crucial para disfrutar de ellos sin dañar nuestra audición, algo que solo hacen, según una encuesta de Oticon, el 11,75% de los españoles.
Cómo puede afectar la música alta a nuestros oídos
Escuchar música, u otros sonidos, demasiado alta durante un tiempo prolongado puede tener repercusiones negativas sobre nuestra salud auditiva, pues puede provocar pérdida de audición de manera irreversible. Como afirma José Luís Blanco, jefe de Audiología de Oticon, “cuando la música alcanza un determinado nivel, como suele suceder en los festivales y conciertos de verano, puede generar lesiones permanentes en el sistema auditivo. Es probable que muchas de las personas que frecuentan estos eventos musicales se hayan visto afectadas por una discapacidad auditiva, aunque algunas no reconozcan sus síntomas hasta mucho más tarde. Las primeras alteraciones causadas por la exposición a ruidos fuertes pueden ser indetectables en las pruebas auditivas”. Sin embargo, el daño existe, y si no ponemos remedio,