Tomates, rabanitos, perejil, lechugas, calabacines, judías, cilantro, limones o pimientos… Cada vez son más las personas que se suman a las bondades de los huertos urbanos y se aplican para hacer hueco en sus balcones, terrazas, ventanas o patios comunitarios y cultivar sus propias frutas, verduras, hortalizas y hierbas aromáticas.

Y es que las satisfacciones que éstos pueden reportar son múltiples: conectar con la naturaleza, el orgullo de cultivarlos con mimo, dedicar el tiempo a algo constructivo, disfrutar día a día de ver como crecen las plantas y, cómo no, saborear nuestros propios productos frescos y ecológicos.

Además de mejorar nuestra alimentación consumiendo frutas y verduras, con la creación de un huerto urbano potenciamos la biodiversidad del ciudad y la calidad del aire – aunque sea a pequeña escala-, aumentamos nuestros conocimientos – los ciclos biológicos de los vegetales y sus propiedades- y le damos un respiro a nuestra mente con una actividad relajante, saludable y muy entretenida.

¿Qué necesitamos tener en cuenta para poner en marcha un huerto urbano? Debemos estar pendientes de estos cuatro aspectos:

Luz solar

Los cultivos deben ubicarse en la terraza o balcón que disfrute de más horas de luz solar a lo largo del día (lo recomendable sería entre unas cinco y seis horas de sol directo). Cuanto más sol mejor para cultivos de verduras y hortalizas como calabacín, berenjena, tomate, pepino o pimientos. ¿Debemos renunciar si no disponemos de un lugar con bastantes horas de luz? No, solo es mejor replantearse el tipo de cultivo y optar por hortalizas que no requieran tanta luz solar como ajos, lechugas, escarolas, rábanos, coliflor, acelgas o frutos como fresas.

En este gráfico están clasificadas las hortalizas según su necesidad de luz solar:

Orientación

Lo ideal es que el espacio donde se ubica el huerto tenga orientación sur o suroeste. Si la orientación fuera distinta podemos cultivar también pero hay que tener en cuenta que plantas que necesitan mucho sol como la del tomate o la del pimiento quizás no se den bien. En este caso resulta más práctico optar por cultivos de hoja como la lechuga y la recula o hierbas aromáticas.

Riego

Se recomienda situar la huerta en una zona en la que tengamos una toma de agua para regar o conectar sistemas de riego.

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