Los seres humanos necesitamos ingerir regularmente una serie de sustancias y minerales para conservar nuestra salud y nuestra vida, pero como ocurre con todo, el exceso de estos elementos puede volverse dañino. Por ejemplo, cuando nuestra sangre porta demasiado hierro, se produce un trastorno que se llama hemocromatosis.
¿Qué es la hemocromatosis?
La hemocromatosis es, entonces, una enfermedad que se produce por un exceso de hierro en el cuerpo que se acaba acumulando en determinados tejidos (especialmente en el hígado, el corazón y el páncreas), lo que puede acabar provocando que fallen.
Puede ser primaria (un trastorno genético por el que el cuerpo no elimina el exceso de hierro correctamente) o secundaria (como resultado de talasemia, enfermedad hepática o transfusiones de sangre).
¿Cuáles son sus síntomas?
La hemocromatosis puede ser bastante difícil de detectar, por lo parecido de su sintomatología con la de muchas afecciones comunes. Sin embargo, hay algunos signos que pueden motivar la prescripción de pruebas diagnósticas (como análisis de sangre) que identifican claramente el trastorno.
Las manifestaciones comunes, en cualquier caso, pueden incluir dolor articular, dolor abdominal, fatiga, debilidad, diabetes, descenso de la libido, impotencia, insuficiencia cardíaca, insuficiencia hepática, cambio de color en la piel (a grisáceo o bronceado) y problemas de memoria.
En los casos de hemocromatosis secundaria,