El narcisismo, o más correctamente el trastorno narcisista de la personalidad, es un trastorno psiquiátrico en el que existe un sentido desmesurado de la propia importancia, una necesidad profunda de atención y problemas de empatía por los demás.
Precisamente, todas estas pautas explican el curioso nombre del trastorno, tomado directamente de la mitología griega por analogía con la historia de un personaje muy particular: Narciso.
El mito de Narciso
Según cuenta el mito, Narciso era un joven bello, de proporciones perfectas y rostro armónico. Era tan atractivo, que todas las mujeres y hombres que lo veían quedaban enamorados de él, lo que le obligaba a ir rechazando a un enorme número de pretendientes.
Un día, fue la ninfa Eco la que decidió confesar su amor a Narciso, que la rechazó cruelmente. Descorazonada, la pobre joven se retiró a una cueva, donde se recluyó y se desvaneció hasta que tan solo quedó su voz.
La vanidad y crueldad de Narciso enfurecieron a la diosa primordial Némesis, que representaba la justicia retributiva, la venganza y el equilibrio, y que se decidió a dar una lección al atractivo joven.
Para ello, atrajo a Narciso a un arroyo, y le convenció para que contemplara su reflejo en las aguas. Cuando se miró, quedó fascinado y enamorado de su propio rostro.