Estrés, malestar general, falta de descanso y sueño. Si tiene algunos de estos síntomas puede ser una de las víctimas de los efectos de la hiperconexión a la que todos los ciudadanos estamos sometidos en el bendito mundo digital de hoy en día. Pero no solo se dan síntomas físicos, indica el director del Instituto Psicológico Desconect@, Marc Masip; en el terreno laboral existen otros indicios, como el permanente estado de alerta ante los emails o whatsapps que pueden enviar los jefes fuera del horario de oficina y en el fin de semana, que sin que tengan que producirse esas comunicaciones, genera una hiperconexión negativa, una dependencia del móvil que es muy habitual entre sus pacientes, asegura.

Si ese estado se vuelve habitual y crea conflictos familiares estamos ante los primeros semáforos rojos de la adicción digital, en el momento de tomar medidas. A su juicio, son tres los síntomas que indican la existencia de esa adicción: estar nervioso cuando no se consumen contenidos digitales, dejar de hacer otras cosas por estar frente a la pantalla y no poder abandonar la conexión a Internet aún a sabiendas de que es un problema.

Masip sostiene que los casos de dependencia entre los trabajadores van en aumento, aunque todavía se diagnostican pocas adicciones. En su centro cerca de una treintena de personas están tratándose de hiperconexión laboral. Por eso este psicólogo cree que es muy positivo que la Ley de Protección de Datos haya introducido el derecho a la desconexión digital en las empresas. Aunque la directora general de la Agencia Española de Protección de Datos, Mar España, afirmaba en unas jornadas organizadas esta semana por Adirelab (Asociación de Directivos de Relaciones Laborales) que no sabía por qué se había incorporado este artículo en la normativa en vigor desde el pasado diciembre y que su agencia no es la encargada de garantizar este derecho sino “la Inspección de Trabajo, supongo”; lo cierto es que las empresas están obligadas por esa norma a garantizar el respeto al tiempo de descanso, permisos y vacaciones del empleado fuera del tiempo de trabajo establecido para que pueda conciliar vida personal y profesional.

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