Aunque hace apenas unas décadas la considerábamos una enfermedad rara, hoy sabemos que más de 360.000 personas en España, un 1% de la población, padece enfermedad intestinal inflamatoria. Sin embargo, la realidad es compleja: en realidad, el término es un paraguas que comprende varias patologías diferentes, con síntomas muy variados que pueden dificultad mucho el diagnóstico.
Precisamente, la experiencia de muchos pacientes a menudo pasa por años de búsqueda de un diagnóstico, una gran variedad de pruebas y diferentes tratamientos hasta dar con una solución que mejore su calidad de vida. Esta fue la realidad de Antonio Valdivia, paciente con enfermedad inflamatoria intestinal y director de la Confederación ACCU de Crohn y Colitis Ulcerosa en España.
«Recibir el diagnóstico es como enfrentar un duelo»
Tal y como cuenta a 20minutos, este joven granadino de 34 años, su caso comenzó en la adolescencia. «Estaba en secundaria y empecé a tener muchos síntomas relacionados con la patología», narra. «Tuve una pérdida de peso muy grande, iba muchísimas veces al baño. Tenía diarrea, dolores de barriga etc.».
«Los médicos», prosigue, «no supieron identificar ni diagnosticar el problema hasta 4 años después casi. Esto fue hace 15 años, con lo que fue un diagnóstico bastante tardío; al tratarse de un diagnóstico diferencial,