Un estudio de la Universidad del País Vasco y Biobizkaia ha demostrado que un método utilizado habitualmente para realizar pruebas oftalmológicas puede servir también para monitorizar la neurodegeneración que se produce en los pacientes de Parkinson. En el rumbo de la investigación se ha descubierto que la neurodegeneración de la retina probablemente precede al deterioro cognitivo.
Cuando se diagnostica Parkinson u otra enfermedad neurodegenerativa, los pacientes se preguntan qué se puede esperar de la enfermedad. Para los neurólogos, sin embargo, no es posible responder con precisión a estas preguntas, ya que «la evolución de los pacientes suele ser muy variada: algunos no experimentan ningún cambio con el paso de los años, mientras que otros acaban con demencia o en silla de ruedas», ha explicado Ane Murueta-Goyena, investigadora del departamento de Neurociencias de la UPV/EHU.
En la actualidad, identificar a los pacientes de Parkinson con riesgo de deterioro cognitivo supone un gran reto, sin embargo, es necesario a la hora de proporcionar tratamientos clínicos más eficaces e intensificar los ensayos clínicos. De hecho, la doctora Ane Murueta-Goyena, en colaboración con el personal investigador de Biobizkaia, ha querido comprobar si el sistema visual permite predecir este deterioro, es decir, qué futuro puede esperar el paciente dentro de unos años. Para ello se utilizó el grosor de la retina.