RAQUEL LEMOS

  • Si bien el aumento de peso es natural, se puede enfrentar con una buena dieta y ejercicio.

Aumento de peso

Poner más velas en nuestra tarta de cumpleaños suele estar relacionado con ganar más peso. Cuanto más mayores nos hacemos los números de nuestra báscula también aumentan. Pero esto no es todo. Esos kilos que ganamos son difíciles de perder. La razón por la que esto sucede tiene que ver con nuestro gasto energético basal, parte de un proceso que es completamente natural.

El gasto energético basal es la energía que nuestro organismo necesita para mantener las funciones vitales básicas. Entre ellas se encuentra la respiración o la digestión. A medida que cumplimos años, este gasto energético se reduce debido a que ya no nos encontramos en una fase de crecimiento. Es decir, no vamos a «pegar el estirón». Por eso, a pesar de mantener la misma dieta, aumentamos de peso fácilmente.

Las consecuencias de este aumento de peso son el alto riesgo que hay de sufrir obesidad. Este problema puede prevenirse tal y como señala la Organización Mundial de la Salud (OMS) que estima que en el 2016 más de 1900 millones de adultos sufrían obesidad. Es decir, su índice de masa corporal era igual o superior a 30. No obstante, la manera de evitar esto es a través de la alimentación y el ejercicio.

Si bien hemos dicho que independientemente de la dieta y el ejercicio, al cumplir años aumentamos de peso por un proceso natural, es posible perder los kilos de más al realizar algunos pequeños ajustes. Por ejemplo, no podemos continuar con la misma dieta que, ahora, no nos está funcionando. Hay que sopesar otras alternativas.

Una de ellas puede ser la dieta mediterránea que, según la British Heart Foundation (BHF), no solo ayuda a mantener un peso saludable, sino que previene las enfermedades cardiovasculares y permite controlar la diabetes. Esto se debe a que utiliza grasas buenas (como el aceite de oliva) y es rica en micronutrientes, tal y como expone en su web la Fundación Dieta Mediterránea.

No obstante, es imprescindible tener en cuenta el déficit calórico. Es decir, aunque realicemos algunas modificaciones en nuestra dieta es importante restar hasta un máximo de 400 calorías a las 1400 o 1800 que deberíamos consumir dependiendo de nuestro peso,

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