Los sustos no dan tregua a los profesionales sanitarios y marcan la cara menos agraciada del verano, la que nos hace palpitar y a veces nos congela, literalmente, la sangre. Pero las amenazas pueden surgir en cualquier momento y obligarnos a actuar de inmediato para administrar primeros auxilios, a cualquiera de nosotros. No es una tarea sencilla y, aunque el 112 no está solo para solicitar una ambulancia o la ayuda de los bomberos, sino también para asesorar y dar instrucciones de lo que debemos hacer ante una emergencia, es bueno tener unos conocimientos básicos de primeros auxilios. El primer paso para conseguirlo es dejar de cometer errores como, por ejemplo, a la hora de curar una herida, afrontar un atragantamiento o remediar los efectos de un golpe de calor. Patxi Bueno, enfermero y director de formación del Centro Médico Pamplona, nos explica qué solemos hacer mal y cómo deberíamos proceder ante las emergencias más habituales del verano.
Si el alcohol duele no es porque esté curando
Las heridas leves y los graves percances son situaciones bastante comunes, y no siempre sabemos abordarlas adecuadamente. En caso de accidente no hay que mover a la víctima, ya que puede haber fractura, luxación o incluso una lesión medular. Lo adecuado es limitarse a llamar al 112, pues las ambulancias son vehículos preparados para inmovilización y traslado en las mejores condiciones.
Respecto a las pequeñas heridas, aplicar alcohol como desinfectante y pensar que escuece porque está curando es un error. Puede que la idea ayude a los niños a aceptar el dolor pero, en realidad, la sensación nace de los bordes de las heridas, que están quemándose. El mejor desinfectante es la cristalmina, un medicamento de uso cutáneo cuyo principio activo es el digluconato de clorhexidina. Este antiséptico se aplica sobre la piel y está indicado para heridas y quemaduras leves. Deberíamos reservar el alcohol para desinfectar material o lavarnos las manos en caso de no tener agua y jabón.
Ante un atragantamiento, las palmadas sobran
Si piensas que hay que dar golpes en la espalda o poner de lado a quien pasa por este peligroso momento,