Los medicamentos están pensados para hacer nuestras vidas más fáciles, tratando la enfermedad que tenemos o haciendo que los síntomas derivados de la misma sean menores y así podamos sentirnos mejor durante el tiempo que tardamos en curarnos. Para aprovechar al máximo lo que tienen que ofrecernos es importante escuchar las recomendaciones de los especialistas y evitar tomar algo que podría causarnos mayor perjuicio que beneficio, pero no es lo único a lo que debemos prestar atención.
Por ejemplo, es crucial que nuestro botiquín esté actualizado asegurándonos de que todos los medicamentos puedan consumirse y llevando al punto SIGRE de las farmacias (que es donde hay que llevarlos en España) aquellos que ya no se encuentren dentro de las fechas señaladas por las autoridades.
Además de estar pendientes de que todos los medicamentos se pueden consumir, saber cuáles son las cantidades recomendadas en cada caso y escoger aquel que mejor se ajuste a nuestros síntomas para minimizarlos. También conviene saber cuál es la mejor manera de almacenarlos, porque según confirman los expertos, un mal almacenamiento puede hacer que medicamentos como el paracetamol o el ibuprofeno pierdan parte de su efectividad, lo que los convertiría en inadecuados para cumplir con las funciones que esperamos de ellos y, en algunos casos puede llegar a ser hasta peligroso,