El cannabis sigue siendo la sustancia ilícita más consumida en España, y hasta un 20% de los adolescentes afirma haberlo consumido al menos una vez en el último año.
Desde hace tiempo, se piensa que el cannabis o marihuana puede tener varios efectos perjudiciales para la salud, incluyendo un impacto negativo a nivel cardiovascular. Con todo, hasta hace pocos años, las dificultades legales para investigar la cuestión y los tabúes impuestos por la situación de prohibición en la mayor parte del mundo han impedido que se obtengan evidencias robustas acerca de la naturaleza y el alcance reales de los daños que la sustancia puede provocar.
El doble de riesgo de ictus
Esta situación está cambiando a medida que muchos países (incluyendo algunos como Estados Unidos o Canadá) han dejado atrás las políticas punitivas en favor de enfoques de concienciación y reducción de daños, facilitando la labor de la comunidad científica en el proceso.
Estos movimientos son los que han permitido que un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la prestigiosa Universidad de Stanford (en Estados Unidos) y publicado en el medio especializado Nature Reviews Cardiology haya concluido que el uso diario de cannabis se asocia con un incremento de casi el 50% en el riesgo de sufrir infarto de miocardio y en el doble de probabilidades de padecer un ictus.