Afecta a las venas y las arterias de los brazos y las piernas, y llega a conseguir que los vasos sanguíneos se obstruyan, bloqueándose y formando peligrosos coágulos. Aunque no es muy prevalente, la enfermedad de Buerger, también denominada tromboangitis obliterante, llega a destruir el tejido cutáneo, provocando una infección y, en el peor de los casos, gangrena.
Con semejante pronóstico, los expertos de Mayo Clínic aseguran que la mejor manera de detener el avance de la enfermedad sería dejando de fumar. Efectivamente, la mayoría de personas con la enfermedad de Buerger son fumadoras, una relación directa de la que tomar conciencia, para evitar que todo finalice con la amputación de dedos de las manos o los pies.
La peligrosa relación entre el tabaquismo y esta enfermedad
Normalmente, la enfermedad de Buerger suele manifestarse en primer lugar en los pies, afectando después a los vasos sanguíneos de las manos de forma progresiva. Con el paso del tiempo, la escasez de flujo sanguíneo que afecta a las venas de los brazos y las piernas puede dañar el tejido cutáneo. Pero, ¿por qué se desencadena?
Aunque se desconocen las causas exactas, sí existe una relación científicamente demostrada entre esta enfermedad y el consumo de tabaco. La razón es que determinados ingredientes químicos que forman parte de cada cigarrillo podrían debilitar el recubrimiento de los vasos sanguíneos,