Los fármacos como Ozempic o Wegovy, llamados agonistas del receptor GLP-1, han revolucionado la medicina en los últimos años. Tanto es así, que sus artífices recibieron este año en España el Premio Princesa de Asturias. No sólo se han revelado como un tratamiento revolucionario para la diabetes de tipo 2 y la obesidad, sino que los científicos no dejan de intuir nuevas aplicaciones.

Por ejemplo, existen evidencias de que estos medicamentos podrían usarse para tratar ciertas adicciones, o incluso que podrían tener un efecto protector frente a ciertos tipos de cáncer. Ahora, una nueva revisión de la literatura ha concluido que podrían proteger el cerebro frente a algunas clases de daño, al menos en cierto grado.

Un beneficio ligado a otros efectos positivos

Así lo explica un artículo publicado al respecto en la revista especializada Cell Metabolism, que detalla que el estudio buscaba evaluar el efecto que los agonistas del GLP-1 tienen en la unidad neurovascular: el sistema del cerebro que regula el flujo de sangre en el interior del órgano. Hay que tener en cuenta que el correcto funcionamiento de este sistema es fundamental para el mayor rendimiento posible de las funciones cognitivas.

Además, este posible efecto positivo de los fármacos del GLP-1 no es independiente del resto de los beneficios observados.

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