El dolor es uno de esos síntomas que no podemos ignorar, que señalan claramente que algo no va bien y que ha llegado el momento de coger el toro por los cuernos y ponernos en manos de especialistas. Es también uno de los síntomas más evidentes del síndrome de Müller-Weiss.
También conocida como osteocondritis del escafoides, esta es una enfermedad degenerativa compleja del pie, una deformidad de uno de los huesos situados en la parte media del pie y que resulta esencial para la movilidad. Esta enfermedad no es sencilla de diagnosticar, por lo menos hasta que se encuentra en fase avanzada, y en 2005 se confirmó que Rafa Nadal la padecía, lo que casi acaba con su carrera.
¿Qué causa el síndrome de Müller-Weiss?
La enfermedad de Müller-Weiss, aunque se sufre en la edad adulta, es una consecuencia de una displasia, o anomalía en el desarrollo de un tejido, que se produce durante la infancia, esa etapa del crecimiento en la que se tiene que formar el pie. Se puede producir por un problema de nutrición, pero también por una sobrecarga del escafoides que impide una maduración normal.
Asimismo, también se considera que su aparición puede ser debida a un retraso en la osificación del navicular o escafoides tarsiano, provocada por una distribución de cargas inapropiadas en el pie.