El infarto agudo de miocardio es, a día de hoy, la principal causa de muerte en el mundo, según datos de la OMS. Sin embargo, en muchos casos, se trata de un problema que es reversible mientras se atienda a tiempo.
«Lograr atender al paciente en poco tiempo reduce con mucho la mortalidad«, explica a 20Minutos Pablo Jorge Pérez, presidente de la Asociación de Cardiopatía Isquémica y Cuidados Agudos Cardiovasculares de la Sociedad Española de Cardiología: «Por ahora, es la única manera demostrada de reducir los daños»
«Normalmente, cuando se produce un infarto, es porque deja de llegar riego a una parte del corazón», detalla Pérez, «por una obstrucción en una arteria». «Son como cañerías», ilustra, «y cuando hay una obstrucción, hay una zona a la que tiene que llegar esa sangre que no está llegando, es decir, se produce una isquemia, y se infarta».
«Esto es porque se dejan de aportar nutrientes y oxígeno que ese tejido necesita para funcionar de forma normal», continúa. «Si nosotros tardamos en solucionar esa obstrucción, esa zona del miocardio (el tejido muscular del corazón) a la que no le está llegando el flujo sanguíneo se va a ir debilitando y muriendo».
«Las células del corazón tienen un tiempo de tolerancia a la isquemia.