Se conoce como celiaquía, o enteropatía sensible al gluten a la enfermedad que causa la inflamación de las mucosas del intestino. Dicha inflamación ocurre a cualquier edad y está provocada por una intolerancia inmunológica al gluten ingerido de la cebada, del trigo y del centeno.
La celiaquía causa lesiones en el intestino delgado, alterando la absorción de las vitaminas, minerales y nutrientes.
Se desconocen las causas exactas de este trastorno, aunque sí entran en juego tres factores: la predisposición genética, el sistema inmunológico y factores medioambientales.
Infecciones de bacterias intestinales, cirugías, embarazos, partos, estrés severo o infecciones virales también pueden afectar al desarrollo de esta enfermedad.
Los síntomas y las consecuencias de la celiaquía pueden variar dependiendo de la edad del individuo.
En niños, los síntomas más frecuentes son náuseas y vómitos, diarreas, hinchazón abdominal, gases y heces de mal color y olor. La celiaquía en corta edad pueda provocar retraso en el desarrollo, desgaste del esmalte de los dientes, pubertad tardía, anemia, baja estatura o pérdida de peso.
En adultos lo síntomas más frecuentes pueden ser la fatiga, el estreñimiento, dolor abdominal o pérdida de peso, que pueden traer consecuencias tales como cefaleas, úlceras en la boca, erupciones cutáneas, hormigueo en pies y manos,