El cineasta salmantino Hatem Khraiche, que en 2008 estuvo nominado al Goya por su corto de ficción Machu-Picchu, ha compartido en Twitter la dura experiencia que pasó durante el pasado mes de febrero debido a una afección de su hija y que sirve para destacar la importancia del funcionamiento de la sanidad pública.

Todo empezó el 13 de febrero cuando su hija empezó a vomitar en casa y acudieron a urgencias, dando comienzo «la historia más bestia» de su vida. El cineasta destacó la actuación de los profesionales del hospital Niño Jesús y del Gregorio Marañón de Madrid.

Escribo y dirijo películas. Así que estoy acostumbrado a los relatos de ficción. Pero hoy voy a contar una historia real. La más bestia de mi vida. Cómo mi hija de 5 años estuvo 10 días de febrero entre la vida y la muerte y los súper héroes de la @UCIP_HGUGM la salvaron 👇👇👇

— Hatem Khraiche (@HatemKhraiche) March 5, 2020

Ojo. Que hubo más héroes. Pero ellos fueron quienes más tiempo pasaron con Chloe en su travesía extrema. Mi mujer y yo se lo agradeceremos siempre. La cadena de eventos inverosímiles, sin embargo, se desató horas antes de tocar a su puerta. Será que los milagros suceden al alba.

— Hatem Khraiche (@HatemKhraiche) March 5, 2020

Entramos en el Hospital Infantil del Niño Jesús tranquilos. Chloe estaba cansada (eran horas intempestivas) pero charlaba con nosotros. Yo creía que volveríamos a casa para desayunar. Pero cuando el doctor de Urgencias sacó el fonendo, un tsunami devastador rugió en el horizonte.

— Hatem Khraiche (@HatemKhraiche) March 5, 2020

A Chloe le estaba dando una miocarditis fulminante. Allí mismo. Delante de todos nosotros. Explicado sin tecnicismos: el cuerpo reacciona erróneamente a un virus (cualquier catarro, por ejemplo) y ataca con furia a su propio corazón. Adivinad por qué se apellida “fulminante”.

— Hatem Khraiche (@HatemKhraiche) March 5, 2020

Durante una terrible hora de aquella madrugada decenas de especialistas del Niño Jesús corrieron, gritaron y se dejaron la piel para evitar el desastre. Finalmente consiguieron estabilizarla. Nos metieron en una ambulancia y nos desearon suerte. Si no es por ellos no lo contamos.

— Hatem Khraiche (@HatemKhraiche) March 5,

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