Desde finales del año pasado, el nuevo coronavirus se ha extendido por todo el mundo a una velocidad vertiginosa, pero más rápido todavía se está extendiendo la desinformación sobre él, lo que está generando que se agrave el brote.

Esta infodemia está obstaculizando las medidas de contención del brote, propagando pánico y confusión de forma innecesaria y generando división en un momento en el que necesitamos ser solidarios y colaborar para salvar vidas y para poner fin a esta crisis sanitaria.

Hay muchas teorías conspirativas sombrías sobre el virus, como la de que se trata de un intento de despoblar deliberadamente el planeta o que es el inicio de una guerra mundial biológica. Esos son solo algunos ejemplos de las teorías falsas que se propagan rápidamente por Internet. Es algo que está sucediendo en todos los países del mundo, y en muchos más idiomas que en los oficiales de las Naciones Unidas.

Se trata de una amenaza que no se limita a la comunidad sanitaria. La desinformación por Internet afecta a muchos ámbitos, desde la política hasta el cuidado de los hijos, y supone uno de los mayores problemas de nuestro tiempo. En relación con la actual emergencia de salud pública, la desinformación puede obstaculizar la lucha contra la enfermedad y su contención, con consecuencias que pondrán en peligro la vida humana.

Todas las personas, en China y en todo el mundo, tienen que poder acceder a información precisa sobre cómo protegerse a sí mismas y a sus familiares del nuevo coronavirus. La Organización Mundial de la Salud (OMS) está desempeñando una función importante en la respuesta a esa necesidad fundamental, trabajando con gobiernos, investigadores y científicos para determinar cómo se propaga el coronavirus y cómo puede tratarse la enfermedad que provoca, al tiempo que lucha contra la infodemia de rumores, bulos y desinformación.

En su calidad de principal organismo internacional en materia de salud, la OMS utiliza su web y sus plataformas de redes sociales para difundir por todo el mundo información de salud pública pertinente.

 » Más información en elpais.es