Miguel Herrán, actor español conocido entre otros por su papel en la célebre serie La Casa de Papel, ha admitido públicamente en varias ocasiones (como por ejemplo en una entrevista concedida a El País) que ha padecido vigorexia, un trastorno relacionado con la propia imagen y que lleva a una compulsión hacia ciertas conductas que persiguen diferentes ideas acerca de ‘estar en forma’.
Más concretamente, Herrán explicó que «ha habido épocas en lo que no lo he podido controlar». Por ejemplo, durante la cuarentena por la pandemia, momento en el que en sus palabras ganó «cinco kilos de músculo».
La vigorexia, pues, se relaciona de manera estrecha con trastornos de la conducta alimentaria (TCA), con los que a menudo coincide (y cuyas fronteras se difuminan en muchos pacientes). Sin embargo, suele caracterizarse también por la práctica anormal o compulsiva de ejercicio físico, en lo que a veces se ha definido como ‘adicción’ o ‘dependencia’ al deporte.
Qué es la vigorexia
Como refiere un artículo publicado en la revista académica Psychology Research and Behaviour Management, la adicción al ejercicio físico se definiría por la concurrencia de seis criterios: saliencia (el ejercicio se convierte en lo más importante de la vida),