El cáncer es ya la principal causa de muerte en España, en gran parte debido al crecimiento y al envejecimiento de la población y a las mejoras en el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares. Se trata, de todas formas, de una enfermedad en muchos casos muy fuertemente determinada por factores del estilo de vida como la dieta de las personas.
Por ejemplo, se sabe que el consumo de alcohol contribuye notablemente al riesgo de padecer un gran número de cánceres del aparto digestivo. También lo hacen las carnes procesadas o rojas. Pero, ahora, un nuevo estudio ha hallado que también podría hacerlo un alimento sobre el que hasta el momento no se sospechaba: el pollo.
Un incremento del 2,3% en el riesgo de cáncer
Según explican los autores de este trabajo en el medio especializado Nutrients, sus resultados contradicen la gran mayoría de la investigación previa e incluso las recomendaciones existentes, que tienden a considerar el pollo como una fuente saludable de proteínas.
Concretamente, lo que estos investigadores han encontrado es que el consumo de más de 300 gramos de pollo a la semana podría asociarse con un incremento del 27% en el riesgo de muerte por cualquier causa y del 2,3% en el riesgo de sufrir cánceres del tracto gastrointestinal.