Dicen que quien tiene un amigo tiene un tesoro pero cuando esa relación de amistad se desequilibra porque una de las partes es demasiado acaparadora, posesiva o absorbente puede acabar por convertirse en una auténtica pesadilla. Y lo mismo, por supuesto, puede aplicarse en el mundo de la pareja.
¿A qué se debe esta actitud tan egoísta que acaba por dejar sin espacio al otro para sus propios intereses y necesidades individuales? Los expertos en psicología achacan dicho comportamiento a una falta de autoestima del acaparador que acaba por fagocitar al amigo o a la pareja: haciendo suyas a las personas que les rodean suplen sus propias carencias.
¿Es posible identificarles? En general los amigos y parejas demasiado absorbentes se distingue fácilmente por una serie de rasgos comunes. Si se repiten uno o varios de los recogidos en la siguiente lista es posible que haya que actuar cuanto antes para salir de una relación tóxica:
– Son seductores de primer orden. Adaptan su comportamiento, principios y valores a los de sus amigos o pareja con el fin de manipularles en pro de sus propios intereses.
– Promueven la dependencia emocional. Saben cómo analizar los miedos y fantasmas del otro para saber cómo manejarle a su antojo cuando sea necesario.
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