Más de 800.000 personas padecen Alzhéimer en España, y cada año se suman casi 50.000 nuevos casos; todo ello, a pesar de que la mayoría de los casos leves están aún sin diagnosticar. Con semejante panorama, cualquier gesto que pueda a ayudar a detener el avance de esta devastadora enfermedad y mejorar la salud mental para ralentizar la aparición de la demencia es bienvenido.
En este contexto, acaba de alzarse una voz experta, la del neurocientífico Russell Foster, de la Universidad de Oxford, que pone sobre la mesa una serie de estudios que podrían relacionar una baja calidad (y cantidad) del sueño con el riesgo de padecer demencia.
La importancia del sueño y el descanso nocturno en la salud
Foster, profesor de neurociencia circadiana en Oxford ha escrito libros en torno a la trascendencia del sueño correcto, los tiempos y la calidad del descanso nocturno. Entre ellos destaca ‘El tiempo de vida: la nueva ciencia del reloj corporal y cómo puede revolucionar su sueño y su salud’, y su gran trabajo consiste en estudiar los ciclos biológicos del ser humano durante 24 horas.
El experto considera que ha llegado el momento de que nos responsabilicemos, cada uno en su contexto de vida, de cómo debe ser la calidad de nuestro sueño.