Los Estados Unidos han visto como los casos de sarampión en su territorio han crecido un 180% en lo que llevamos de año respecto al total del año pasado. Algo similar está sucediendo con la tosferina, que ha doblado su incidencia; y los expertos advierten también de la amenaza de un posible regreso de otras enfermedades erradicadas (o casi) como la rubeola o la poliomielitis.
Las causas de este fenómeno son complejas, pero los expertos apuntan a un aspecto clave: el declive de las tasas de vacunación entre la población, una tendencia que podría intensificarse tras la llegada al Gobierno de figuras con destacadas posiciones antivacunas.
El sarampión y la tosferina avanzan en Estados Unidos
Actualmente, los Estados Unidos viven un brote de sarampión sin precedentes en la historia reciente. Con un epicentro en el oeste de Texas, según reporta Associated Press, la enfermedad se ha extendido ya por diez estados (Indiana, Kansas, Michigan, Montana, Oklahoma, Ohio, Pensilvania, Nuevo México, Texas y Tennessee) con más de 800 casos en total (600 de ellos sólo en Texas) y se ha cobrado tres vidas.
Además de ello, hay dos brotes activos más en Norteamérica: uno en Ontario (Canadá) con al menos 1020 casos registrados y otro en Chihuahua (México) con por lo menos 514 casos,