La Metformina, comercializada en España como Dianben, es uno de los fármacos más típicamente prescritos para el control de la diabetes de tipo II. Su función principal es reducir la producción de glucosa en el hígado y retrasar la absorción de esta molécula en el intestino.
Sin embargo, esto podría representar sólo una pequeña parte de su verdadero potencial. Y es que cada vez son más las evidencias que poseemos de que puede ofrecer numerosos beneficios en el tratamiento de enfermedades de lo más diversas, que van desde el cáncer a la enfermedad renal.
Un abanico de posibilidades
Por ejemplo, una revisión de la literatura médica publicada en el medio especializado Frontiers in Endocrinology encontró en el año 2020 que existen pruebas de posibles aplicaciones en el abordaje del cáncer de mama, el cáncer de endometrio, el cáncer óseo, el cáncer colorrectal, el melanoma, la obesidad, las enfermedades hepáticas, las enfermedades cardiovasculares y las enfermedades renales.
Similarmente, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos recoge un gran número de ensayos clínicos que están teniendo lugar en la actualidad para probar usos de este fármaco en condiciones tan diferentes como el vitíligo, la retinopatía, la fibromialgia, la aterosclerosis, la parálisis cerebral, la sepsis, el síndrome coronario agudo,