«Nunca lo había pasado tan mal como ese día». Así es como recuerda Carlos Solas, un paciente aquejado de esofagitis eosinofílica, el día que todo comenzó. «A los dos días tuve que acudir a urgencias y, de repente, mi vida comenzó a cambiar».
La esofagitis eosinofílica es una enfermedad que provoca la inflamación crónica del esófago, y que como apunta el manual MSD tiene la característica peculiar de que las personas afectadas presentan un conteo elevado de eosinófilos (un tipo de célula inmune) en el tejido de dicho órgano. Es una condición que se describió relativamente recientemente (sólo a finales de la década de los 70), y de hecho todavía existe cierto debate en torno a su definición clínica; sin embargo, un acusado aumento de los casos diagnosticados en la última década ha llevado a los expertos a calificarla como patología emergente.
«Me atraganté y dos días después aún lo sentía»
Hace quince años, no obstante, las cosas eran aún muy diferentes. «Todo comenzó en 2009», cuenta a 20minutos Carlos, almeriense de 34 años. «Un día, sufrí un atragantamiento con un trozo de carne. Dos días después, aún lo sentía en el esófago».
«Cuando acudí al hospital porque no me permitía tragar. me hicieron una endoscopia de urgencia y sin anestesia;