Las funciones que realiza el hígado son clave para el bienestar general del organismo y, sin embargo, no nos acordamos de la necesidad de cuidarlo hasta que aparecen los primeros síntomas de una enfermedad. Partiendo de que sus grandes enemigos son la dieta grasa y el alcohol, no estaría de más pensar en la prevención, sobre todo teniendo en cuenta que en España el hígado graso afecta ya a un cuarto de la población.
Ubicado en la parte superior derecha, el hígado es la víscera más voluminosa del cuerpo y su actividad está ligada a desintoxicar el organismo, almacenar vitaminas y nutrientes o sintetizar proteínas plasmáticas, entre otras funciones clave para mantener el equilibrio que garantiza un estado óptimo de salud.
El incremento que ha experimentado la enfermedad hepática en los últimos años, tanto de origen vírico como metabólico, preocupa a la comunidad médica. En el segundo caso, se identifican como factores de riesgo la obesidad, la diabetes tipo 2 y el consumo excesivo de alcohol, entre otros.
La Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEHH) ha alertado de que entre el 20 y el 25 por ciento de la población española tiene el hígado graso, la tercera causa de cáncer. El avance de esta afección es tal que estiman que se convierta en el principal desencadenante de los tumores en solo una década.