Los endulzantes artificiales son un ingrediente muy común de diversos alimentos procesados, particularmente de aquellos que se comercializan como ‘light’ o sin azúcares añadidos. Uno de los más comunes es el aspartamo, un producto 200 veces más dulce que el azúcar por lo que permite reducir considerablemente el conteo de calorías de las preparaciones que lo contienen.
En principio, este tipo de endulzantes parecen una opción adecuada, sobre todo para personas que quieran evitar el impacto negativo de un exceso de azúcar en la dieta. Sin embargo, la investigación científica lleva tiempo apuntando a que podrían tener también efectos adversos, particularmente cuando su consumo es muy frecuente.
El aspartamo contribuye al riesgo cardiovascular
En esta dirección, un nuevo estudio publicado en el medio especializado Cell Metabolism ha encontrado que el aspartamo puede contribuir al riesgo de enfermedad cardiovascular y además ha arrojado alguna luz sobre el mecanismo por el que podría tener este efecto. Concretamente, el experimento, llevado a cabo sobre modelos animales (ratones) halló que el aspartamo provocaba picos en insulina, lo que a su vez promueve la formación de placas grasas (aterosclerosis) en las arterias.
Este fue el resultado de tomar a los animales y proporcionarles una dieta que contenía un 0,15% de aspartamo diario (el equivalente,