Los antibióticos son la principal herramienta de que disponemos, a día de hoy, para luchar contra las infecciones bacterianas. Con todo, su uso irresponsable y excesivo puede tener serias consecuencias.
Qué es la amoxicilina
La amoxicilina es un antibiótico de uso común, muy empleado en el tratamiento de infecciones comunes tales como las sinusitis bacterianas agudas, la otitis media aguda, la amigdalitis y faringitis estreptocócicas agudas, la exacerbación aguda de bronquitis crónica o la cistitis aguda.
Se considera, por tanto, un antibiótico de amplio espectro (que actúa frente una amplia gama de bacterias patógenas) y bastante seguro, siempre que se respeten sus indicaciones.
Como todos los fármacos, la amoxicilina puede en algunos casos provocar efectos indeseados. No obstante, y como sucede con todos los medicamentos que reciben la aprobación para su uso, se estima que sus beneficios superan los riesgos.
Reacciones adversas conocidas
Estas reacciones adversas se clasifican en función de la frecuencia con la que se han registrado, tal y como recoge el prospecto de un medicamento genérico con amoxicilina publicado por la Agencia Española de medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).
Así, por ejemplo, se considera que son frecuentes (afectan a entre una de cada cien y una de cada diez personas) algunas como:
- Diarrea y náuseas.