La retirada de la vacuna de AstraZeneca no tiene nada que ver con los trombos que causa en una pequeñísima parte de la población que la recibe. Inmerecidamente, la mala imagen siempre la acompañó
La retirada de la vacuna de AstraZeneca no tiene nada que ver con los trombos que causa en una pequeñísima parte de la población que la recibe. Inmerecidamente, la mala imagen siempre la acompañó
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