Los adultos de más de 50 años que experimentan niveles de soledad persistentemente elevados tienen un riesgo de ictus hasta un 56% mayor, según ha concluido un nuevo estudio.
Curiosamente, este aumento en las probabilidades de padecer este evento cardiovascular potencialmente letal no se registró de la misma manera en aquellas personas que experimentan soledad situacional, una circunstancia que los investigadores creen que apoya la hipótesis de que es la soledad crónica la que está detrás de esta soledad.
Una epidemia de soledad
Según explican los autores de este trabajo en la revista científica eClinicalMedicine, y tal y como desarrolla la investigadora de ciencias sociales y conductuales de la Escuela T.H. Chan de Salud Pública de la Universidad de Harvard Yenee Soh en declaraciones concedidas al medio de noticias sobre medicina Medscape, «estos hallazgos sugieren que los individuos que experimentan soledad crónica tienen un mayor riesgo de ictus. Es importante prestar atención, de manera rutinaria, a la soledad; las consecuencias pueden ser peores si no la identificamos y la ignoramos».
Sobre todo a raíz de las medidas de distancia social tomadas en muchos países desde que irrumpió la pandemia de covid-19, la soledad es un problema más prevalente que nunca. Incluso, hay expertos que hablan de epidemias de soledad,