Según datos que arroja una reciente encuesta de la app de citas Adopte, casi la mitad de las personas en España se ponen de acuerdo en que la llegada de la primavera es sinónimo del aumento de la líbido. Una mayor exposición al sol genera mayores niveles de vitamina D, más serotonina (la hormona de la felicidad), testosterona en los hombres y excitación y lubricación en las mujeres.
A los datos más científicos tenemos que sumar más tiempo libre, menos estrés y mayor predisposición sexual provocada por una cuestión hormonal que afecta directamente a nuestro estado de ánimo. Se trata, pues, de un bucle en el que todos los factores se retroalimentan.
Que la primavera, el deseo sexual altera, es un hecho constatable, que vamos a ‘desnudar’ con ayuda de Mara Mariño, terapeuta de pareja y sexología de bienquererse.com.
Los efectos ‘excitantes’ del sol
Según comienza explicando la sexóloga, cuando hablamos de excitación nos referimos a los cambios fisiológicos del cuerpo como son la vasodilatación de las zonas erógenas, pero también al aumento de la frecuencia cardíaca y respiratoria. Ambas, a su vez, contribuyen a la circulación sanguínea e irrigación de los genitales, mecanismos que se ven beneficiados por las hormonas que segregamos.
La principal diferencia en primavera respecto al invierno es que hay hormonas,