Nunca podremos saber con precisión qué hubiera ocurrido si nuestro planeta no dispusiera de un satélite gigante. Pero todo apunta a que le debemos a la Luna nuestra propia existencia
Nunca podremos saber con precisión qué hubiera ocurrido si nuestro planeta no dispusiera de un satélite gigante. Pero todo apunta a que le debemos a la Luna nuestra propia existencia
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información. ACEPTAR