La alteración en el proceso de deglutir, es decir, en el paso de comida o bebida desde la boca hasta el estómago, ha visto aumentada su prevalencia por la Covid-19, según advierten los especialistas de la Unidad Multidisciplinar de Disfagia de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, formada por otorrinolaringólogos, rehabilitadores, endocrinos, logopedas y personal de Enfermería.
Estos expertos explican que los procedimientos que pueden ser necesarios durante el ingreso hospitalario en una UCI, como las técnicas de intubación y las traqueotomías, pueden producir alteraciones en la forma de tragar que suelen evolucionar bien, pero que «es vital diagnosticar de forma precoz e iniciar su tratamiento lo antes posible para disminuir el riesgo de complicaciones graves».
Entre los síntomas de la disfagia destacan la dificultad para tragar, la tos, el atragantamiento durante la ingesta o el babeo excesivo… Cualquier persona que presente estos síntomas no debe dudar a la hora de consultar con un experto y de acudir al hospital si fuera necesario.
La doctora María Benavides, especialista en Otorrinolaringología y miembro de la Unidad de Disfagia, detalla que las personas que sufren disfagia orofaríngea tienen más posibilidades de padecer deshidratación, desnutrición y patologías respiratorias, como la neumonía broncoaspirativa.
En esta Unidad Multidisciplinar de Disfagia, en la mayor parte de las ocasiones,