Sólo en España se produjeron en el año 2019 más de 47.000 abortos espontáneos, según datos del portal Stadista. En muchos casos, se trata de mujeres que desean quedarse embarazadas y que sufren varios de estos episodios: es lo que se conoce como aborto espontáneo recurrente (AER) y constituye un serio problema de fertilidad. Pues bien, aunque tradicionalmente la investigación sobre el tema ha puesto toda la atención en la mujer, ahora los científicos están empezando a buscar averiguar cómo y hasta que punto los varones pueden contribuir a esta situación.
De hecho, según apuntan los autores de un artículo publicado en 2018 en el medio científico Translational Andrology & Urology, en la actualidad el único test disponible para los varones cuyas parejas pierden repetidamente a sus hijos es el test de cariotipo (una prueba que examina el tamaño, la forma y el número de los cromosomas); y, a pesar de que parámetros como la fragmentación anormal del ADN se han asociado en la literatura científica con el AER, estos aspectos no se comprueban de manera rutinaria en la parte masculina de las parejas con la condición.
Cada vez entendemos mejor los factores masculinos
Afortunadamente, se están produciendo avances en la dirección correcta.