Los trastornos digestivos pueden llegar a ser frecuentes cuando los hábitos de vida se alejan de lo saludable y de un ritmo tranquilo. Y no por menos graves pueden ser menos latosos o preocupantes. Acidez, gases, hinchazón… Alteraciones percibidas después de una comida, y en principio sin importancia, pero que si se convierten en constantes deberían comentarse en consulta médica porque pueden estar avisando de un problema tan grave como puede ser un cáncer.
Mientras que a nivel estatal el cáncer gástrico ocupa el décimo puesto en frecuencia, mundialmente se trata del quinto tipo de tumor más común. Además del tabaco y el alcohol, como factores de riesgo más importante destacan los nutricionales y ambientales, y la infección por Helicobacter Pylori, si bien también existen factores genéticos o familiares no modificables que son poco frecuentes.
Y aunque dicha incidencia está por debajo de otros cánceres, lo cierto es que se trata de un tumor de alta mortalidad, de ahí la importancia de la prevención y de acudir a consulta médica cuando los trastornos digestivos son demasiado reincidentes y no se identifica la causa de los mismos. Una úlcera gástrica también puede ser una señal de alerta.
No siempre hay síntomas en sus primeras etapas
Aunque se pueden indicar ciertos indicadores tempranos del cáncer gástrico,